Generación del 27

Este blog pretende ser no sólo el reflejo de la poesía de una época sino, la época histórica en si misma. Una época que marcó el antes y el después de la vida de sus miembros, un antes y un después en la forma de hacer poesia.

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Lugar: Salamanca, Castilla León, Spain

Periodista, 25 años, intentando sobrevivir en la ciudad del caos: Madrid. Una ciudad insufrible pero insustituible.

28 octubre 2005

Maravilloso Miguel Hernández...

Es factible que sea un poco largo, os pido una tregua... leerlo por favor, pretendo daros una idea de como escribian esa forma sencilla, dura, sincera, entregada, desgarrardora que llega casi sin que uno lo note al corazón.

Esta imagen es de google
Es una elegia que podreis encontrar dentro del libro El rayo que no cesa, bajo el nombre, Elegia a Ramón Sijé, aunque los expertos afirman que es un poema aparte, que nada tiene que ver con el libro en que va incluida.

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumentos,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler, me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión mas grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras,rayos y hachas estridentes,
sedientas de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Y volverás a mi huerto y a mi higuera
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
de almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas
compañero del alma, compañero.


¿No creéis que es realmente maravilloso?

1 Comments:

Blogger Vanesa Barrio said...

Hola NATALIA, pedirte en primer lugar disculpas por tardar tanto en contestarte, al menos por escrito, por que si no recuerdo mal ya hablamos del tema. Pero por si mi memoria falla, que lo hace a menudo, te cuento:

El poema habla de la muerte de un amigo, de un intimo amigo. Sijé era amigo y maestro de poesía en su momento de Miguel Hernández, por eso cuando en los tres primeros versos, hace refencia a la tierra que estercola Sijé ... esta haciendo referencia a todas aquellas personas a las que Sijé enseñó algo, (incluido el autor).

Sin embargo ahora, servirá de alimento a las amapolas, es una forma muy muy poética de afirmar que esta muerto. Dicen que hasta el verso 8 tiene fuertes tintes nerudianos. ¡Y que verdad es!

Los siguentes versos, expresan un fuerte dolor, un dolor que atraviesa realmente las entrañas. Hasta que el dolor deja paso al vacio, que comienza en el verso: [...]Temprano levanto la muerte el vuelo[...] el vacio deja paso a la desesperación:[...] No perdono a la muerte enamorada[...]para finalmente dar paso de nuevo a la calma [...]Volveras de nuevo a mi huerto y a mi higuera [...] Por último viene la aceptación de la muerte y el deseo de guardarlo siempre en el corazón, en el recuerdo: [...] A las aladas almas de las rosas, del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.

Ramon Sijé murio la Nochebuena de 1935, Miguel Hernández se entero de la muerte de su amigo por que se lo contó Rafael Alberti, también amigo, que lo había leido en el periódico. El poema tiene fecha del 10 de Enero de 1936, y lo que yo creo, es que es una perfecta cronologia de los sentimientos que abordaron a Miguel Hernandez desde que se enteró de la noticia, hasta que aceptó la muerte del compañero al que él mismo queria enterrar con sus manos, como prometió.

Si tienes tiempo lee la parte de la página enlace que aparece al final del poema que se titula: Comentario a la Elegia de Ramón Sijé, te explica todo esto con mucha más calma.

Un saludo.

7:05 p. m.  

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